Charlas alrededor de una misma mesa, compartir alimentos o hablar durante horas, entre otros aspectos, pueden contribuir a la transmisión. Recuerde que una población informada y comprometida permite desacelerar la curva de contagios.
En las reuniones generalmente se incurren en las siguientes situaciones:
No se usa el tapabocas.
No existe el distanciamiento físico.
Se comparten vasos, cubiertos, alimentos y bebidas.
Hay abrazos, besos y saludos de mano.
Se olvida el lavado constante de manos.
Al finalizar el evento, cada persona acude a su hogar, al transporte público o a otro lugar, sin pensar que se está convirtiendo en un vehículo transmisor del virus.
Esta pandemia lleva varios meses en el mundo y pasará un largo tiempo hasta que llegue la vacuna. Es responsabilidad de cada uno seguir las normas de autocuidado. El distanciamiento responsable es nuestra obligación para salir adelante y ganarle la batalla al COVID-19.
Recuerde que, según los expertos, se espera llegar al pico de contagios en octubre próximo. Una pequeña acción puede marcar la diferencia entre la letalidad del virus y la vida.