El presidente Gustavo Petro Urrego subrayó que la irrupción en el narcotráfico de mafias multinacionales, “un monstruo nuevo, muchísimo más poderoso que el que nosotros como colombianos enfrentamos», le da al país una oportunidad para “bajar los niveles de muerte y de construir una era de paz».
Dijo el jefe de Estado en la ceremonia de graduación del Curso 118 de Oficiales de Policía Nacional que se celebró en el campo de paradas de la Escuela de Cadetes General de Santander.
“El aspecto positivo de ese cambio para Colombia es que el país tiene la oportunidad de salir de la producción, distribución y comercialización en el mercado de la cocaína. Es decir que tenemos la oportunidad de bajar los niveles de muerte y de construir una era de paz», manifestó a los asistentes al ascenso al grado de subtenientes de 243 alféreces que aprobaron estudios de Administración Policial.
“Ya no hablamos de una mafia colombiana. Hablamos de mafias multinacionales integradas por estadounidenses, neerlandeses, brasileños, uruguayos, serbios, exyugoslavos, africanos, mafias chinas, etcétera», enfatizó el mandatario, citando un informe de una alianza de medios especializada en crimen organizado global y corrupción, el cual hace una radiografía sobre las tendencias actuales del negocio del narcotráfico.
Esas mafias multinacionales, agregó, son “un monstruo nuevo, muchísimo más poderoso que el que los colombianos enfrentamos. Un monstruo nuevo sobre la humanidad, no solamente sobre Colombia. ¿Qué tiene de positivo eso? Que, quizás, nos da una oportunidad a la sociedad colombiana de por fin salirnos de esa cadena».
El presidente Petro indicó que ese mercado del tráfico de drogas seguirá actuando y solo podrá extinguirse “con otro tipo de política mundial», lo cual lo llevó a “convocar a los gobiernos chino, estadounidense y mexicano para hablar de este tema. “Es una oportunidad para el diálogo, no para bajar la cabeza como antes hacíamos, como pecadores de algo en lo cual no teníamos pecado».
Manifestó que “hay condiciones objetivas, no ilusorias, sino reales, que nos permitirían sustituir economías ilícitas, por economías lícitas», brindando posibilidades para transformar los territorios en Colombia.
Lucha contra la corrupción
Para conseguir esa transformación de la sociedad colombiana, el mandatario considero que “uno de los principios en la estrategia de seguridad en esta nueva fase de las economías ilícitas es la lucha contra la corrupción».
Advirtió que “hoy, quienes luchan en los campos de Colombia, luchan por dinero y eso trae un especial y complejo problema, quienes pueden combatirlo, también, pueden luchar por dinero».
Indicó que “la corrupción no nos permitiría llevar este país a la paz. Por lo tanto, debe ser destruida, depurar las instituciones, sacar de ellas a los corruptos y lograr que quienes las dirijan sean personas decentes, independientemente de cómo piensen en la política, en su ideología o filosofía».
Si se logra “que la decencia pueda manejar el Estado, resulta ser un arma muy poderosa para destruir la violencia en el país, para construir la paz. Así lograremos un éxito que nunca se ha obtenido: transformar el territorio de economía ilícita en un Estado social de derecho».