De manera tradicional, las tecnologías educativas se han utilizado como medios de instrucción; es decir, como transmisores de información y como tutores de estudiantes. Cuando se utilizan de esta manera, la información se «almacena» en la tecnología.
En el proceso de «instrucción», y a medida que «interactúan» con la tecnología, los usuarios perciben los mensajes allí almacenados y tratan de entenderlos.
Normalmente, la interacción se limita a presionar una tecla para continuar con la presentación de la información o para responder preguntas formuladas por el programa almacenado.
El programa de la tecnología juzga la respuesta de la persona y proporciona retroalimentación, la mayoría de las veces acerca de la «corrección» de tal respuesta.
Las tecnologías que han sido desarrolladas por diseñadores de instrucción, con frecuencia se les ofrecen a los educadores como «aprobadas oficialmente» y «a prueba de maestros»; de esta manera eliminan cualquier posibilidad de control que, sobre el proceso de aprendizaje, puedan ejercer en casos pedagógicos estudiantes o maestros.
El apoyo que las tecnologías deben brindar al aprendizaje no es el de intentar la instrucción de los usuarios, sino, más bien, el de servir de herramientas de construcción del conocimiento, para que las personas aprendan con ellas, no de ellas. De esta manera, los usuarios actúan como diseñadores, y los computadores operan como sus herramientas de la mente para interpretar y organizar su conocimiento personal.
Las Herramientas de la Mente son básicamente aplicaciones de los computadores que, cuando son utilizadas por estudiantes para representar lo que saben, necesariamente los involucran en pensamiento crítico acerca del contenido que están estudiando (Jonassen, 1996).
Estas herramientas sirven de andamiaje a diferentes formas de razonamiento acerca del contenido. Es decir, exigen que los usuarios piensen de maneras diferentes y significativas acerca de lo que saben. Por ejemplo, el empleo de las Bases de Datos para organizar la comprensión que los usuarios tienen de la organización del contenido necesariamente los involucra en razonamiento analítico, donde la creación de una base de reglas de un sistema experto les exige pensar acerca de las relaciones causales entre ideas.
Vale la pena concluir que las personas no pueden usar las Herramientas de la Mente como estrategias de aprendizaje, sin profundizar en lo que están estudiando.