Una minuciosa investigación adelantada por un grupo especial de antinarcóticos de la policía nacional en coordinación con la DEA, permitió desarticular una organización delincuencial dedicada al tráfico de sustancias químicas utilizadas para el procesamiento de cocaína.
Su área de injerencia era Barranquilla, desde donde hacían la consecución de las sustancias químicas, y trasladados a Bucaramanga para distribuirlas en campamentos para el procesamiento de estupefacientes ubicados principalmente en Norte de Santander.
Para evadir el control de los uniformados en las vías, los delincuentes se ingeniaban caletas en vehículos de transporte de alimentos perecederos.
Otra modalidad que quedó al descubierto, fue el hurto a poliductos, por donde pasan los derivados de los hidrocarburos, entre ellos, gasolina, ACPM y solventes, utilizados en las tres etapas del proceso del estupefaciente, los cuales eran extraídos a través de válvulas y transportados en carrotanques para finalmente ser redistribuidos a estos laboratorios.
La operación dejó como resultado la captura de 10 personas, en operativos efectuados en las ciudades de Barranquilla, Barrancabermeja, Aguachica, Bucaramanga, Floridablanca y Huila.
El operativo se ejecutó desde Bucaramanga, clave para el trabajo articulado entre los investigadores antinarcóticos y funcionarios de la DEA.
Importante destacar que se incautaron más de 40 mil galones de sustancias químicas, entre ellas: acetato de etilo, ácido sulfúrico y ácido clorhídrico, estos dos últimos esenciales para el procesamiento de cocaína.
Este proceso investigativo duró aproximadamente de 2 años, donde se recolectó material probatorio aportado a las autoridades para emitir ordenes de captura y materialización de allanamientos.
El aspecto mas relevante de este operativo, tiene que ver con evitar la producción de 58 toneladas de cocaína, y cuyo valor en el mercado criminal podría ascender a los 7 millones de dólares.
A los capturados le imputaron los delitos de concierto para delinquir y tráfico de sustancias químicas para procesamiento de sustancias psicoactivas.
Actualmente la policía nacional trabaja articuladamente con funcionarios de la DEA en el territorio nacional atacar las estructuras del narcotráfico.