La Fiscalía judicializó a dos nuevos implicados en el homicidio del Fiscal de Paraguay Marcelo Pecci. Fueron ubicados en Bogotá y Rionegro, Antioquia, señalados de coordinar la logística para cometer el crimen.
Se trata de los hermanos Andrés Felipe y Ramón Emilio Pérez Hoyos, quienes ante la contundencia de las pruebas aportadas por la Fiscalía aceptaron su responsabilidad y participación en el homicidio del fiscal de Paraguay Marcelo Daniel Pecci Albertini.
“Ellos fueron quienes planearon, pagaron y contrataron a los autores materiales del asesinato del fiscal paraguayo, ocurrido el 10 de mayo de 2022 en Barú, Cartagena, Bolívar”, sostuvo la Fiscalía.
Argumentó el ente acusador que la coordinación de este hecho, estuvo respaldada por el pago de millones de sumas de dinero que los hermanos habrían entregado a quienes finalmente ejecutaron el asesinato, por esa razón la Fiscalía les imputó los delitos de homicidio agravado y porte ilegal de armas.
Por este crimen, siete personas han sido judicializadas, cuatro de ellas aceptaron sus responsabilidades y fueron condenadas a penas de 23 años y 6 meses de prisión.
Los afectados con la decisión fueron: el ciudadano venezolano Wendre Still Scott Carrillo, quien disparó contra el fiscal paraguayo; Eiverson Adrián Arrieta Zabaleta, responsable del transporte y la logística; y Marisol Londoño Bedoya y su hijo Cristian Camilo Monsalve Londoño, involucrados en los seguimientos. La Fiscalía les imputó delitos de homicidio agravado; y tráfico, fabricación o porte de armas de fuego agravado.
La Fiscalía acusó formalmente a Francisco Luis Correa Galeano, posible coordinador del desplazamiento de los sicarios a Cartagena, como presunto responsable de los delitos de homicidio agravado y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones agravado.
A través de cámaras de seguridad, registros hoteleros y de transporte, y mediante la ubicación reportada por el celular de Correa Galeano, fue posible establecer que el acusado habría estado en Cartagena los días en que se concretó el asesinato.
El investigado habría sostenido reuniones en Medellín (Antioquia) para, al parecer, coordinar el desplazamiento de los sicarios a la capital de Bolívar, donde se presume le encomendó a dos personas realizar seguimientos de la víctima.