Con 63 votos a favor y 13 votos en contra, el Senado aprobó la reforma tributaria. El debate sigue hoy en la Cámara de Representantes.
Las pensiones, las iglesias y los alimentos de la canasta familiar no pagarán impuestos.
Las gaseosas, los productos ultraprocesados, las empresas de hidrocarburos, los plásticos de un solo uso, si pagarán impuestos.
El ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, aclaró que no se impondrán impuestos sobre el pan, leche, miel, obleas y bocadillo. Además, el gravamen sobre alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas comenzaría a ser efectivo durante el transcurso del año 2023.
Se estableció que el impuesto a las bebidas azucaradas empezará el 1° de julio del próximo año, y el de la comida ultraprocesadas el 1° de septiembre.
La sobretasa de renta para el sector minero energético se fijará en función del precio internacional de los últimos diez años, así: para el petróleo, sería progresiva de 5%, 10% y 15%, y para el carbón, del 5% o 10%.
La representante Aliadas, que reúne a gremios y empresarios, Claudia Lacouture, manifestó en su cuenta de twitter: “Más sombras al panorama: tributaria que impacta empleo y aumenta precios de alimentos, dólar desbordado que afecta toda la economía, inflación y tasas altas y ahora aranceles que suben precios de la ropa. Se hará realidad teoría del decrecimiento en detrimento.”
En la otra orilla se pronunció la alcaldesa de Bogotá, Claudia López: “Gran logro del presidente Gustavo Petro y el Senado sacar adelante una Reforma Tributaria progresiva que asegura la inversión social y ambiental que necesita el cambio.”
El director de la Dian, Luis Carlos Reyes, consideró que con estos cambios se garantizará, no solo la plata para los programas sociales del Gobierno, sino la lucha contra la evasión y elusión fiscal. La meta es recaudar $ 20 billones.